"La vida es demasiado fabulosa, para ser fabulada"
Dominique La Pierre



miércoles, 26 de mayo de 2010

LA ESCUELA DE LAS LINTERNAS

A mí siempre me encantó ir a la escuela.  Era el espacio mágico en el que liberaba sin recelo toda la "muchosidad" de mi espíritu.
El puro edificio me fascinaba. Todo el frente era de cantera rosa, estilo colonial. En el centro estaban las escaleras abriéndose en un gigantesco abrazo de bienvenida.
Justo debajo de éstas, una puerta, que a mí me parecia una boca, daba paso a un túnel que llevaba al patio trasero. Ahí atrás se encontraba todo lo que una niña podía necesitar para un recreo de ensueño:  Un cedro recortado como cerca rodeaba toda la cancha de futbol, dejándo un espacio entre la malla de red que delimitaba la cancha.  Por ahí, mientras los niños se enlodaban jugando al futbol, las niñas nos colábamos entre las ramas del arbusto y armábamos casitas. Las más perfectas casitas del árbol hechas en 30 minutos: Tenían escaleras, ventanas, camas y hasta pasadizos secretos para invadir la casa de nuestras vecinas. 
En la entrada lateral de la cancha, ponian una cuerda no muy tensa que hacía una U y ahí nos columpiábamos mientras cantábamos la ronda de los Elefantes: "Un elefante se columpiaba, sobre la tela de una araña"... Recuerdo que un día ya eramos tres elefantes en el columpio: Bibiana, Arturito y yo. Arturito era el más delgado y bajito de los tres y estaba en medio. De repente nos impulsamos tan fuerte, que dimos toda la vuelta, completita, los 360 grados. Regresamos a clase mareados, con los pelos llenos de lodo y lo peor, ¡la terrible pena de haber enseñado los calzones a todo el equipo de futbol!.
Pero lo más importante, era el cuarto de música al lado de la cancha. Un bodegón oscuro y polvoriento, lleno de telarañas, donde habitaba una temible Calaca. Ahí vivía ella, justo debajo de la tarima del escenario, cubierta por una cortinilla de terciopelo morado entre descolorido y raído. La leyenda perfecta para traer  de susto en susto a todos los amigos.
Yo, para serles franca, era más bien del bando de las asustadas, que de los que asustaban. Pero disfrutaba igual la adrenalina de los sustos. Nunca faltaba algún gordito ocurrente saliéndo de debajo de la tarima, haciéndo ruidos tenebrosos,  después de que alguno de sus compadres nos había calentado la cabeza con una historia aterradora. ¡Ayyyyyy cómo corríamos! Salíamos como balas hasta la puerta principal o a los bebederos, según la sed que trajeramos.
Aterrizábamos con el corazón retumbando y las mejillas coloradas; muertas de risa y agitación. Como si no fuera suficiente, nunca faltaba el tremendo sinvergüenza que, ya que estabas tomando agua y recuperando el aliento, te jalaba la calceta y te hacía pegar un grito destemplado como si te fueras a morir. Y vuelta a reir.
Por supuesto que el edificio no hubiera sido nada, sin las decenas de enanos ingeniosos que lo habitaban y llenaban de color. Desde muy pequeña tuve la fortuna de tener amigos maravillosos y compañeros muy divertidos.
Ser hija única es muuuuy aburrido, por eso yo disfrutaba enormemente estar con ellos. En las buenas y en las malas; en los juegos y en los pleitos; para que me defendieran o para defender, con encuentros y desencuentros, goce y creé con ellos  muchas historias divertidas de complicidades memorables.
Desde entonces, nunca me ha faltado una amiga, un compañero  que haga eco a mis proyectos, se involucre en mis sueños y me acompañe en el camino para realizarlos. Desde esos días de escuela tomé el gusto por coleccionar encuentros con extraños asombrosos, que por un rato ó mucho tiempo, se han convertido en mis amigos.
He escuchado a gente decir que los amigos sólo dan lo que pueden o bien son circunstanciales. No tengo idea de lo que hablan. A mí mis amigos, circunstanciales o no, siempre me han sorprendido dándome más de lo que hubiera esperado y dejando un recuerdo brillante en mi vida. Muchas veces ha bastado con observarlos cuidadosamente y gozar del brillo que lanzan, simplemente siendo quienes son.

1 comentario:

  1. Genial !!! Muchas gracias por compartir estos recuerdos que nos hacen recordar y volver a vivir !

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