"La vida es demasiado fabulosa, para ser fabulada"
Dominique La Pierre



miércoles, 30 de noviembre de 2011

Una cita

Ayer tarde, hice por primera vez en mi vida una fila para conseguir un autógrafo. Tras quedar con la pena de no haber podido ir al primer acto psicomágico social organizado en México, por motivos de trabajo, el mismo trabajo me llevó a encontrarme con la oportunidad de conocer al mentado Jodorowsky, a quien tanto me gusta leer y a quien no entiendo nada cuando hace cine... Así que ahí estaba yo, con mi vestido café claro y mis altísimas plataformas, en línea desde dos horas antes, tal como mis colegas de la exhibición me habían aconsejado, y tal  como convenía a mis actividades laborales, pues de ese modo, sería de las primeras en entrar y regresar justo a tiempo a mi sitio de trabajo.
Me tocó la ficha 23 con la que me serví para marcar la página del libro que adquirí para la ocasión, pues he de confesar que todo lo que he leído de él, nunca me ha costado un peso, pues lo he hecho en la web. Además de mi libro, llevaba la película de un amigo, que por si acaso, me la dió para que se la autografiara...
Mis pies lamentaron cada minuto en la fila y reclamaron a gritos con grandes manchas moradas la larga espera en tacones, pero por lo demás, fue una espera interesante y energética. La gran mayoría eran hombres y mujeres  muy jóvenes, veinteañeros casi todos, expectantes algunos, nerviosos varios, reflexivos muchos y emocionados los más jóvenes de entre los jóvenes... La fila daba tres vueltas y  los que ocupaban los últimos lugares en aquel espiral de almas, se sintieron aliviados cuando vieron aparecer al autor unos 15 minutos antes de lo programado, concediendo así la esperanza de alcanzar a llegar a saludarlo, antes de que el siguiente tuviera que ocupar el estrado.
Fue una grata experiencia sin lugar a dudas. El momento en sí fue un flashazo, sólo recuerdo a la chica de acceso dándome la indicación de que sólo me podía firmar un artículo, optando en ese momento por la película de mi amigo, después a Jodorowsky riñéndome, porque no creía que la tinta se adhiriera a la portada de la peli, seguida de su voz preguntándome mi nombre y  su puño plasmándolo en la portada del video ajeno, para terminar con la mirada firme, fuerte y sonriente, que me daba la despedida...
Podría decirse que tuve un micro "mitote" sin alucinógenos, rodeada de extraños y en ropa de trabajo...Una hermosa experiencia de unión energética entre desconocidos, que sirvió de pretexto para hacer una conexión renovada con mi yo interno y encontrar la fuerza para vislumbrar la solución para todos mis líos, la concreción de todas mis actuales empresas.
Jodorowsky es para los más cartesianos un viejo charlatán; para los aventureros un místico iluminado; para la gran mayoría un inquieto artista, que crea con todo y de todo... Para mí es un encuentro, un afortunado encuentro en un punto preciso de mi vida, o como dicen los psicólogos, una cita... una buena cita.
Ahora sólo me queda comprar una nueva película para mi amigo y esperar que el buen Ryan, mi compañero americano de fila, que lee a Carlos Fuentes y habla perfecto español, se apiade de mi y me mande mi foto, pues yo no iba preparada para captar la instantanea.



martes, 29 de noviembre de 2011

Happy Birthday to me

En el año que todo he perdido,
un mundo luminoso de salud y miel me ha sido dado...
A la oscura cueva de la soledad más penetrante,
impregnada del aroma del dolor más lacerante...
los fragmentos de luz fueron entrando, dando vida nueva a mis ojos,
perfumando de sonrisas, los poros de mi alma maltratada...

Dentro de mi me encontré conmigo...del silencio profundo rescate mi grito
y me enseñé a hacer mi voz, la canción que trae fuerza a mis días...
Gracias Dios, gracias Vida, gracias abrazo infinito del Universo,
perdón y gracias...

domingo, 27 de noviembre de 2011

Melancholia

A unos días de cumplir 38 años, constato y reafirmo, que se me ha vuelto difícil hablar de mí... Mi intimidad, a ratos vergonzosa, con tardes de amarga tristeza y desazón... ahora que se torna serena de a poco, se ha vuelto a la vez tan mía que no me nace plasmarla en estas líneas, con la facilidad que antes lo hacía.

Sin embargo extraño escribir y sobre todo extraño estar en contacto con mis amigos invisibles, así que el día de hoy he decidido hablar un poco de cine.

Lars Von Triers, uno de los padres del movimiento Dogma 95, amante de la unidad de escena, la sonoridad de la luz blanca, los silencios significativos y la elocuencia histriónica de sus actores, Von Triers ha logrado desgarrarnos el alma con su singular manera de plantear historias llenas de luz y sombra, abordadas siempre desde las perspectivas más inesperadas...

¿Quién no recuerda el rostro extasiado de Björk mientras creaba música de los sonidos de la fábrica?
 ¿ O el Angelical rostro de Catherine Deneuve transmitiendo con todos los poros de su piel esa maravillosa mezcla de solidaridad, angustía, amor, impotencia y ternura mientras acompañaba en la vida a su ciega amiga?

¿ Y qué me dicen del doble rostro siniestro de Paul Bettany, mientras convence a Nicole Kidman de ocultarse en "Dogville" para "protegerla" de los mafiosos que la persiguen?

Trágicas historias, manejadas con hélida frialdad danesa, ambas dejando recuerdos memorables.

Es esta ocasión, quise dejarme sorprender nuevamente por Von Triers y su Melancholia... Teniendo como referencia Dancing in the Dark y Dogville, esperaba nuevamente una historia desgarradora y siendo sincera me acerqué con tiento y un poco de miedo... esta vez innecesarios.

Melancholia es una película llena de verdes, blancos y azules... Una metáfora que plasma con serenidad casi plana, la historia de Justine, una mujer presa de una tristeza paralizante y boicoteadora; Claire, su hermana, una mujer invadida por un miedo paranoico, que resulta ser muy real; John, un hombre autodefinido, fuerte en la plenitud de su autodefinición y absolutamente nulo cuando el concepto en el que finca su ser colapsa...Y finalmente un mundo danzando un baile de muerte con un planeta gemelo, casi tan azul como él mismo, casi tan grande como él mismo, casi tan ansioso de vida como él mismo....

Melancholia no se parece en nada a ninguna obra anterior de Lars Von Triers, pero sí se parece mucho a él, se parece mucho a mí en mis momentos de confusión y derrota; se parece mucho a la vida cuando dejamos de tener contacto con ese "yo" que nos da fuerza y nos permite tomar con serenidad, lo que la vida nos manda al propio camino.

Divertida no es, intrigante tampoco.... pero original y real, lo es defininivamente.





miércoles, 16 de noviembre de 2011

La vida en un Mercedes Benz

En mi época universitaria, (lease época de Convento), la ilustre Margarita, una mujer vivaz de mirada centelleante y espíritu inquieto, irrumpió a primera hora de clases en nuestra aula, lanzando sin más el siguiente cuestionamiento:
- A ver, díganme ¿cuál es el auto de sus sueños?
Como cascada chisporroteante, todas mis compañeras empezaron a contestar la pregunta sin reflexionar demasiado:
- Un Ferrari- gritó Mercedes entre las primeras
- Alpha Romeo- dijo más fuerte con cerrado acento catalán Inés por otro lado
- BMW, Porshe, Bentley, Lamborgini, Rolls Royce.... se oyó a todas las demás respondiendo
- Para mí la mejor opción sería un Mercedes deportivo- dijo con convicción la atlética Mariana....
Yo sin entender mucho de lo que hablaban mis compañeras, veía cómo Margarita asentía a todas las opciones, mientras yo desde el fondo del salón seguía levantando la mano esperando que se me diera turno.
- A ver Chiu, dinos, cuál es el tuyo, que por lo visto no ha sido mencionado- se compadeció de mi la buena Margarita
- Un Vocho blanco- dije cándidamente- tras lo cual todas mis compañeras soltaron la carcajada.
- ¿Por qué se ríen?- repliqué indignada- A mi me encantan los Vochos, mis papás tenían un Vocho y en él recorrimos toda la república sin ningún problema....
Generosamente todas las presentes decidieron regalarme una mirada tierna, mientras Margarita retomaba el control de su discurso:
- Es cierto, no hay como el auto en el que hemos vivido lindos paseos al lado de nuestra familia, pero si quisieramos equiparnos con el mejor auto para transitar la vida, sin duda alguna eligiriamos un modelo que nos brindara potencia, seguridad, comodidad y .... por qué no, hasta estilo, ¿no lo creen?
Aunque todas estuvieron de acuerdo con sus palabras, yo que no había probado mucho más que mi hermoso Vocho blanco, mantuve mi opinión tachando a mis compañeras de snobs y materialistas...
Como podrán imaginarse, midiendo mis ambiciones automovilísticas, a lo largo de mi vida me he servido para transportarme de un par de Vochos, un Cutlass modelo siglo pasado, algún Nissan y númerosísimos taxis...Exceptuando claro mi felíz año de vida en España, donde navegaba en metro y tren, cual sirena, a donde me diese la gana (Oh qué delicia fue ese año en Madrid, devoré libros y gasté muy poco en traslados).
En este tiempo de mi vida, en el que mi atención y foco se han concentrado en replantear todos mis móviles desde la raíz, he descubierto que mi inocente apego al Vocho, denotaba en resumidas cuentas, mi falta de aprecio al dinero... Falta de aprecio que se manifestó claramente estos últimos 22 años, en mi poca inteligencia para cuidarlo, administrarlo y hacerlo florecer. He de admitir de facto, que ha sido esta vena poco apreciadora de la plata, una de las grandes causas de mi derrumbe hace unos meses. Mas como todo en la vida, forma perfecta sinfonía, para auxiliarme en la reconstrucción de mi mente y de mi espíritu, Lucero Sónico regresó a mi historia presente, aportando preciosísimos acordes y para no dejar duda del matiz de su papel, llegó en un Mercedes Benz.
- El dinero trae energía, sin lugar a duda- me instruía Lucero con mirada adusta- una energía que hay que saber manejar de forma constructiva, de modo que te beneficie a tí y a los que viven a tu lado. Al dinero hay que amarlo y respetarlo, tratarlo con cuidado, con aprecio y orden... De esa manera nunca correrás el riesgo de convertirte ni en su esclava, ni en su víctima- Concluía mi rubia amiga, mientras escondía la luz de sus pupilas tras unas gafas de sol Prada y exibía su atlética figura enfundada de Armani hasta las chanclas... Y claro, dicha lección me era dictada, mientras consumíamos kilómetros de carretera en su impecable E Berlina, que tal como Margarita decía, combinaba potencia, seguridad, comodidad y por supuesto.... estilo.
Las palabras de Lucero hicieron ruido en mi alma, mas no me fueron del todo claras a la mente. Todos esos conceptos crudos sobre amar, respetar y cuidar las monedas de plata, deberían de ser digeridos de a poco y con mucho trabajo reflexivo, con el pasar de las semanas. Sin embargo, el Mercedes había cumplido ya con su parte pedagógica cabalmente. Al día siguiente de mi clase de prospéridad móvil, regresé a mi rutina de trabajo, siendome requeridos más de 10 traslados en la ciudad a bordo de un destartalado taxi provinciano y he de confesarles, que no bien recorrí la primer cuadra, inmediatamente entendí, que sin lugar a dudas, la vida es mejor cuando se transita a bordo de un Mercedes. ¿Será que voy aprendiendo?...