"La vida es demasiado fabulosa, para ser fabulada"
Dominique La Pierre



miércoles, 15 de septiembre de 2010

¡Feliz Bicentenario!

El clima parece indicar que estamos deprimidos. Muchos de mis amigos apenas están pensando qué harán para festejar hoy, yo lo había olvidado y al parecer mi municipio también... Unos tristes adornos de escarcha decoran el Palacio municipal y eso es todo.

Las primeras planas de los períodicos locales han dedicado toda la semana a las notas acostumbradas: Narcos, asesinatos, secuestros, robos, alza en la gasolina, desempleo, funcionarios ineptos, funcionarios corruptos, funcionarios dormidos, funcionarios tweeteando...

Las cadenas de mails alusivas a la fecha, sólo invitan a reflexionar sobre todo lo que nos falta, lo que no hemos hecho, lo que hemos permitido para que el balance de estos doscientos años de Independencia y cien desde la revolución, salga en horripilantes números rojos, chorreando sangre. No traemos ánimo de fiesta, ni siquiera los dueños de los bares hicieron la promoción esperada, parece que les da pena invitar a celebrar este puente. El gobierno federal hace festejos, pero recomienda seguirlos por Internet... deslucido el asunto.

Y yo que viendo la alaraca que armaron los argentinos hace unos meses, me esperaba una gran pachanga tipo boda de pueblo con pre-fiesta, fiestón y tornaboda... Me da pena que mi botella de Don Julio se vaya a seguir llenando de polvo porque el ambiente no invita a calentarse con un buen tequilazo a la salud de mi pueblo. Pero como soy muy borracha, algo se me tiene que ocurrir para encender este asunto. ¡Hay que brindar por algo caramba! y creo que sí puedo encontrar los motivos.

En estos cuatro días me voy a olvidar de los Calderones y los Cárstens; de los Peña Nietos y los Pejes; del Contador y La Barbie; de mi último episodio de soborno a un agente de tránsito y el bulto de basura que no clasifiqué. Le voy a poner una venda a la herida supurante de mi país, que usualmente me punza hasta quitar el sueño, para traer a mi mente todas las cosas hermosas acumuladas a lo largo de estos dos siglos y así tener razones de brindar y lanzar fuegos artíficiales.

Voy a brindar por cada una de las estrellas que iluminan mi Bicentenario, las que iluminan el tiempo de México desde mi perspectiva y que veo más o menos así:


Motivos para brindar

En mí México Bicentenario voy a brindar por Sor Juana y sus experimentos con harina en la cocina del claustro; por Benito andando el camino descalzo de su choza al colegio Jesuita; voy a brindar por los arquitectos que diseñaron El Café de Tacuba y por los albañiles que aplicaron cada uno de los mosaicos en los muros, para hacerme soñar mientras comía mis huevos motuleños contémplandolos.



Se me antoja apurar un sorbo de Tequila por Arturo de Cordova y sus intensidades melodrámaticas que rayaban la locura, por Luis Aguilar y su galanura, por los ojos de agua de Pedro Arméndaríz y el misterioso semblante del Indio Fernández... Voy a servirme una banderita con una Sangrita bien picosa, para que me entren más ondo las letras de José Alfredo, los remolinos de Vicente Revueltas, el llanto cantante de la inólvidable Chavela y las caricias mimosas de Manzanero. Quiero que se me caliente el alma para que mis barreras se caigan al golpe que rasga de la voz de Vicente, del Cucurrucucú de la gran Lola o el helado dolido grito juarénse del Juanga...

Voy a brindar por las letras transparentes de Octavio, las provocadoras líneas de Fuentes, la crítica ácida de Monsivais y las charlas sabrosas leídas en las columnas de Dehesa. Me voy a acurrucar al calor de las historias de amor de Mastretta, de los olorosos relatos de Laura Esquivel, que provoca todos los sentidos. Voy a romper esquemas con Sara Sefcovich y a recorrer las calles del DF de la mano paciente y detallada de Elena Poniatovska, protegida a la sombra del Angel.

Voy a brindar por la pregunta valiente de Denise Maerker, la exquisita sensibilidad artística de Jacobo -aunque reporteé como si no interesara-, la cálida crónica enamorada de Cristina Pacheco, tan soñadora e ingenua que siempre conmueve. Un copa bien llena es la que alzo para brindar por la valentía de una pieza de Carmen Arístegui, esté de acuerdo con ella o no, y por la femenina coquetería de la Micha.

Voy a enseñar a bailar a mis hijas como hace Resortes y a imaginarme que viene el "Pachuco" a enseñarme a hacer Mambo; voy a torear los problemas cantinfleando como mi adorado Mimo y aprenderé a ser la vieja más joven mientras levanto la copa por Joaquín Pardavé. Voy a brindar por los reyes del pueblo, nuestro Pedro y Jorge, que siempre fueron tipos de cuidado.

Brindaré por los muros sangrantes de Orozco y Siqueiros, la genial brocha de Diego, el dolor alucinante de Frida, los lienzos etéreos de Remedios, los legendarios amores de Dolores Olmedo y sus mágicas casas...


Voy a brindar por las sombras en la voz de Javier Solís, la luz en la lente de Gabriel Figueroa, el brillo de plata en la capa del Santo.

Brindo por Consuelito y su anhelo de besos, por Agustín y su María Bonita, por las musas de Buñuel, que lo entretuvieron en México, por Mauricio y sus modas para señoras...



Por la caricatura de Riu, por el desparpajo de Tucita, por la mansa bravura de Eulalio, y el genio creador de Reygadas.



Brindo por las pesadillas de Del Toro, los cuentos de Cuarón, los relatos de pueblo de Carrera; por la plasticidad funcional de José Villagrán y el colorido minimalista de Barragán.



Voy a brindar por todos los mexicanos que me llenan de orgullo, que son muchos. Voy a brindar por todos los mexicanos que crean, que transforman, que gastan sus días sembrando. Con ellos bordo mi manto de estrellas y me alcanza para iluminar las sombras, que los que no hicimos nada, dejamos extenderse estos doscientos años. Me alcanzan y sobran pa´festejar todo el año y a tí?  Estoy segura que también. ¡Felicidades!

11 comentarios:

  1. SALUD TAMBIEN POR LOS PAISAJES COTIDIANOS DE UNA NACION QUE NOS BRINDA DIAS DE COLORES Y SABORES, POR LA SONRISA DE LOS NIÑOS Y LAS PALABRAS DEL VIEJO, POR EL AROMA DE UNA TIERRA QUE TRANSPIRA TRADICIONES Y NOS ACOGE SIN DISTINCION, PORQUE EL PESIMISMO GENERA MAS PESIMISMO Y NO TENGO AMARGURA POR UNA TIERRA QUE NO TIENE MAS CULPA QUE SER HERMOSA, VIVA MEXICO, VIVA MEXICO, VIVA MEXICO

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  2. Escribes muy bien, estas a otra altura en eso... supongo. Hay una forma que se desarrolla y cobra sentido y también se disloca,
    dale

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  3. Solo te falto brindar por el mismiiiismo Piporro y el inigualable Chava Flores, que seria de nuestro Mexico sin su cronica urbana y su picardia 100% mexicana que sin duda es algo que nos caracteriza como a ningun otro pais.

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  4. Ah pero por supuesto! Agustin Jaime, Dos horas de balazos--- un par de gandallas inolvidables

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  5. Genial !!!

    Gracias por hacerme recordar que en nuestro pais hay mucha riqueza y hay mucho de lo que nos podemos sentir orgulloso a pesar de todo.

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  6. Feliz Bicentenario y esto si que es un agasajo de brindis.......también para ti, tu inspiración y creación de escritura un gran SALUD!!!!!.

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  7. También brindo por todo eso!!! Aunque sea con una de Hormitos!!! (pero prefiero el 1800)

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  8. ¡Me encantó! Realmente tenemos mucho de lo que nos podemos sentir orgullosos. Hay que ver el vaso medio lleno, ver el vaso medio vacío no nos ha dejado nada bueno.

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  9. Salud¡¡¡ gracias por recordarme que si tenemos muchas cosas porqué estar orgullosos, y por hacerme voltear a ver el lado positivo y asi celebrarlo¡ saludos... claudelu

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