"La vida es demasiado fabulosa, para ser fabulada"
Dominique La Pierre



domingo, 8 de agosto de 2010

Tan bueno como el pan

Los últimos siete días, han sido por mucho, de los más intensos de todo el año que transcurre: Tres visitas al médico, un cierre de mes con resultados desfavorables, competir para una posición de trabajo contra una de mis mejores amigas, mudarme de casa y reencontrarme con una vieja amiga fueron los detonantes para elevar mi ritmo cardiaco a níveles de excitación que hace tiempo no experimentaba.

Pasé del malestar, a la decepción; del reto a la desorientación; de la ilusión al dolor en cuestión de horas, dejando mi corazón con una sensación nostálgica de desasosiego, cansancio del alma.

Como suele suceder, en los momentos de desconcierto, son las cosas más simples las que nos devuelven la calma. Ayer en la tarde regresé a casa a eso de las siete de la noche, había despedido ya a mi amiga, mis pruebas para la candidatura al trabajo que estoy postulando habían sido mandadas y en la cajuela llevaba la última caja con cosas de la mudanza incompleta. Encontré a mis hijas jugando con su nuevo vecino en la cochera de la casa y no había terminado de poner mi bolsa sobre la mesa de la sala, cuando escuché un altavoz que anunciaba:

- Señor, señora señorita, el mejor pan de Cancún llega a su puerta. Salga y compre su rico pan. Dulce o salado, tenemos el justo para consentir a su familia.

Por extraño que parezca, conseguir en este pueblo un rico pan dulce para la merienda, es mucho más complicado de lo que parece. Pastelerías se encuentran fácilmente hasta una por colonia, pero simples panaderías, de esas donde compras bolsas llenas de bollos para que cada miembro de la familia escoja el que le gusta, de ésas casi nunca encuentras. Así que ayer tarde, al escuchar el altavoz, sentí como si el ángel del pan hubiese tocado a mi puerta, para alegrar mi corazoncillo cansado.

Nos acercamos a la cajuela del Chevy negro que hacía las veces de mostrador y ahí encontramos una deliciosa variedad de panes de pueblo. Paula, la más pequeña, quizo una Concha blanca; Sofi una dona de chocolate; Wilma la nanny, escogió una ojaldra de jamón y queso; y yo me decidí por una campechana doradita, deliciosa.

Nos lavamos las manos y nos sentamos en la mesa del comedor, con nuestro premio dulce y un vaso de leche bien fría; mientras saboreaba mi cruciente rosquilla y miraba a mis hijas embarrarse los bigotes con el dulce de sus conchas y donas, un cálido consuelo se me fue colando dentro, renovando mis fuerzas y llenándome de calma.

Mucho se habla de los poderes energéticos y bondadosos del pan, puede ser que esa haya sido la mágia... o quizás el pretexto para reunirnos con gusto en torno a la mesa, sea la clave para activar el poder renovador de energía, que se genera al estar un rato en calma disfrutando el cariño de mis hijas.

9 comentarios:

  1. hey... ya te lei...! me gusta... esta fresco y entretenido..
    cundo lei el nombre de tus hijas supe que eras tu..! JAJA
    besos

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  2. Gracias Ori, es un gran honor tener este comentario. Besos pa tí y Matita

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  3. Al fin tuve tiempo de leerlo con calma, antes que nada espero que ya estes mejor y que los dificiles dias hayan pasado y despues ya sabes que te deseo lo mejor y mucha suerte en el trabajo, y despues dejame decirte que en tres anos que vivi en cancun nunca comi un verdadero pan como el que teniamos en Uruapan (los "condes" eran mi favorito absoluto )
    como siempre mucho gusto leerte, ya extranaba una entrada nueva en el blog.
    Saludos!

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  4. Gracias Georgie, eres el eslabón perdido más adorable que ha reaparecido en mi vida. Un abrazote!

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  5. Que rico tu relato Chiu, tanto que romperé mi dieta... saludos

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  6. hola Chiu, aquí tienes a una seguidora más de tus letras..me late mucho como escribes! espero que tú y tus hijas estén muy bien, saludos. Lunita

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  7. Gracias por darnos la oportunidad de leerte, les mando un beso a tus dos hormiguitas de pan dulce, y otro para la hormiga reyna; te prometo que todo mejorará, va por ti Doris.......

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  8. Gracias Lunita, Roberta y Misteriosa Rompe Dieta ;) todo es doblemente divertido con comentarios

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  9. "Cualquier pena con pan es menos" o algo así va la frase no??
    Realmente no la había pensado... mi cuerpecito delata que me encanta el pan, aunque no soy tan exigente, sé que no es fácil conseguir pan rico en todos lados, aunque uno no pueda imaginarlo.

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