"La vida es demasiado fabulosa, para ser fabulada"
Dominique La Pierre



martes, 5 de octubre de 2010

Grief is the price we pay for love

La semana pasada, Eri se fue a estudiar a Londres y en estos primeros días de estancia, nos ha compartido sus descubrimientos de la lluviosa capital británica, con varias fotos. Ayer pude ver con calma el álbum de "The Royal Parks" y encontré una del Mausoleo dedicado a las víctimas del 11/09, en cuyo capitel se lee la siguiente inscripción:
"Grief is the price we pay for love"

No hay consuelo para quien pierde a un ser amado en circunstancias violentas. El sangriento arrebato, convierte la herida en un cráter activo, cuya constante ebullición complica de manera abrumante encontrar la paz. Sin embargo, recordar que ese dolor lacerante es consecuencia de un gran amor, al menos nos marca la pauta para reconocer, cuan  mayor es la fortuna del que sufre porque ha logrado amar, auque pierda al ser amado, sobre la del que no conoce el duelo, porque nunca se ha arriesgado a darse por completo.

Y aquí entro a mi tema, que es mucho más superfluo por cierto. Yo cada vez me enamoro menos. No porque mi naturaleza enamoradisa haya mutado de repente, si lo medimos en cantidad, me sigo enamorando muchas veces; se trata de medirlo en calidad, ya no me enamoro con la intensidad abrasadora con que solía hacerlo. Mis enamoramientos de ahora son, si no superficiales, sí mucho más "cool".  El paso del tiempo me regaló un poquito de madurez y ahora me encuentro en un punto de la vida, en el cual "necesito" menos a los hombres, pero los disfruto mucho más. Sorprendentemente, a pesar de encontrarme en una posición mucho más poderosa, sigo sin dar pie con bola. La tendencia a ir por quien no va por mi, me sigue aún como karma maldito. Antes lo sufría, ahora me da risa, al parecer todavía hace falta recorrer más trecho de camino, para llegar al punto en el que sepa dirigir mi interés hacía un ser espejo, que refleje un interés porporcional por mí y dejar así de lanzar rayos al vacío.

En estos días, uno de los afortunados y circunstanciales objetos de mi afecto, se fue de estos lares. No me sorprendió y dada mi nueva "coolness" para lidiar con estos asuntos, tampoco hice gran drama. Fue hasta horas más tarde que sentí un dolorcillo por arriba la tripa y un poco de tristeza por debajo de las gafas, que me percaté de que andaba de duelo y entonces sentí alegría, estaba pagando mi rato de amor y cuando se pagan esas cuentas, jamás se escatima.



2 comentarios:

  1. No es necesario hacer grandes dramas..

    ResponderEliminar
  2. Jajaja... no, no lo es pero a veces la naturaleza femenina tira pa´allá por instinto, particularmente si eres latina ;)

    ResponderEliminar

Y tu, ¿qué cuentas?