"La vida es demasiado fabulosa, para ser fabulada"
Dominique La Pierre



martes, 19 de octubre de 2010

Queso, manzana, Carlota y vino

Cena: Trozo de queso, manzana , una porción de Carlota y una copa de vino tinto.

Me he tenido que dar dos duchas de agua helada entre las cuatro y las once de la noche. Traigo pegada a la piel una inquietante necesidad de abrazo que esperaba se despegara por fin con el agua helada, pero ha sido en vano.

Aplico frotando la loción hidratante en todo mi cuerpo, esperando que la fricción termine con esta necesidad incómoda, ya que las duchas no lo consiguieron. Nada. Sigo igual.

Decido marcarle a la Musa, su voz y sus versos suelen tener un efecto abrigador en mí, es posible que escucharlo me proporcione alivio. No funciona, la otrora etapa de intimidad ha dado paso al período trivial y divertido. Nuestro nuevo ritmo de conversasión claro y cristalino, alegra pero ya no abriga. Cuelgo el teléfono un poco decepcionada. De repente uno le exige mucho a las Musas, pobres criaturas explotadas.

Quizá comer algo sea la solución. Parto un trozo de queso, divido a la mitad una dulce manzana amarilla y me sirvo un vaso de vino tinto. En ese momento me doy cuenta que Carlota ha publicado un nuevo post hace tres días y se ha lucido con el titulo. Promete ser un bocado dulce delicioso, como casi todos los cachos de inspiración que regala Carlota. No me defrauda. Tomando como escenario una corta caminata invernal, hace un conmovedor retrato del sentimiento de desamparo, en que me reflejo por completo.

Los sabores contrastantes que he elegido para confeccionar mi cena se mezclan con suavidad en mi paladar, creando una nueva experiencia que me abre el pecho. Un queso fuerte matizado por una manzana tersa y sedosa; un vino maduro de gran cuerpo diluido con la dulce mielecilla que las letras de Carlota le sacan a mis papilas, se van deslizando por mi garganta como bálsamo tibio. Finalmente lanzo un hondo suspiro al que acompañan unas lágrimas sinceras y esclarecedoras.

No lucho más contra mi anhelo de abrigo. Cepillo mis dientes, perfumo mi cuerpo y me meto en la cama pidiéndole a mi Angel que duerma conmigo y me abrace.Es una noche fresca y siento frío pero con este  pensamiento me cobijo:

 
Tengo una soledad
Tan concurrida
Tan llena de nostalgias

Y de rostros de vos
De adioses de hace tiempo
Y besos bienvenidos
De primeras de cambio
Y de último vagón.




Tengo una soledad
Tan concurrida
Que puedo organizarla
Como una procesión
Por colores
Tamaños
Y promesas


Por época
Por tacto
Y por sabor.


Sin un temblor de más
Me abrazo a tus ausencias
Que asisten y me asisten
Con mi rostro de vos.


Estoy lleno de sombras
De noches y deseos
De risas y de alguna
Maldición.
Mis huéspedes concurren
Concurren como sueños
Con sus rencores nuevos
Su falta de candor


Yo les pongo una escoba
Tras la puerta
Porque quiero estar solo
Con mi rostro de vos.


Pero el rostro de vos
Mira a otra parte
Con sus ojos de amor
Que ya no aman
Como víveres
Que buscan a su hambre
Miran y miran
Y apagan mi jornada.


Las paredes se van
Queda la noche
Las nostalgias se van
No queda nada.


Ya mi rostro de vos
Cierra los ojos
Y es una soledad
Tan desolada

Mario Benedetti

2 comentarios:

  1. Animo mujer, ya sabes que aunque sea de manera virtual aqui estamos y queremos verte y sentirte bien, asi es que espero que pase pronto este sentimiento.
    Abrazo virtual desde el otro lado del Atlantico.

    ResponderEliminar

Y tu, ¿qué cuentas?