"La vida es demasiado fabulosa, para ser fabulada"
Dominique La Pierre



domingo, 12 de diciembre de 2010

Debiendo amor

Anoche pude cumplir un sueño que tenía desde pequeña, poder escuchar a Juan Gabriel en vivo. Cuando empezó a hacerse la feria del aguacate en Uruapan, lo llevaron a los primeros palenques y recuerdo muy bien cuando Soco, nuestra fiel vecina, nos platicó lo impresionante que era sentir la potencia de su voz, que llenaba vibrando todo el palenque, a pesar de la mala acústica.

Desde aquella tarde quise ir a verlo, pero mi madre ni por error me hubiera permitido ir a un concierto en un Palenque y ya siendo adulta, jamás se presentó la oportunidad, hasta ayer. La experiencia fue muy grata, y a pesar de que han pasado más de veinte años desde aquél relato de la vecina que despertó mi interés, todo lo que Soco dijo esa noche, continua siendo cierto.  A pesar de que el tiempo no perdona y la potencia de su voz se ha disminuido, la vibración y el ambiente que crea, sigue siendo igual de vibrante y fresco.  La mejor experiencia de fiesta de pueblo que he podido presenciar. Más de mil almas, completamente relajadas, alegres y de muy buen humor, cantamos a coro con el Divo de Juárez, por dos horas seguidas, sin hacer pausa ni para decir buenas noches.

Nunca pensé ser capaz de cantar, tantas canciones de desamor continuas, con una sonrisa de oreja a oreja. El gusto de estar disfrutando ese rato, traspasaba con fuerza el dolor impreso en las letras compuestas por el rey de los corazones rotos. El único momento en que fue imposible para mí y otros tantos no quebrarnos, fue cuando tocó el turno a Amor Eterno, pues quienes llevamos en el alma el vacío de una madre o un padre muerto, sabemos que no hay manera de recordar el hecho, sin que se conmueva el alma y las entrañas.  Lloré a moco tendido mientras duró la rola y después regresé a la fiesta de todos, pensando que si las naciones se pudieran forjar a base de fiestas, nosotros seríamos sin lugar a duda una gran potencia.

Esta mañana, el bouquecillo de la velada permanecía en mi ánimo, así que decidí poner un disco de Juanga para refrescar los buenos recuerdos. Ya sin la energía del artista en vivo y el ambiente hecho por todos, el punzante dolor expresado en esas letras me pegó en su verdadero sentido y entonces pensé en cuan afortunada he sido, por no sufrir desamores tales. Las veces que se me ha roto el corazón, ha sido por ir a buscar donde no hay o mal interpretar señales, más nunca en mi vida he sido objeto de una traición o una burla. Y si es doloroso enfrentar la realidad de un espejismo autofabricado, debe ser casi inaguantable enfretar lo otro, pero qué necesidad de hacer tanto daño. Me vino a la mente de inmediato la entrevista de la semana pasada a Chavela Vargas con Fernanda Familiar. En un cierto punto, la periodista inquirió a la cantante, si a estas alturas, creía quedarle debiendo algo a la vida a lo que Chavela contestó, más o  menos así:
- Lo único que los seres humanos quedamos debiendo siempre a la vida, es amor.

Unas veces por egoísmo, otras por cobardía; por insensatez e ingratitud invariablemente; por mezquindad lamentablemente, otras cuántas, los seres humanos o nos ahogamos o matamos por falta de amor, esencia misma de la vida, suicidio seguro.

Negarse al amor es aniquilar el propio ser y apagar el sol de forma permanente, convirtiendo los días por natural de inmensas posibilidades, en reducidos y estériles calabozos en los que nos consumimos si tenemos suerte o nos pudrimos si carecemos de ésta.

A petición de un amigo, me puse a escanear fotos de cada una de las etapas de mi vida y descubrí que mientras estuve casada con Peter Pan, me fue muy sencillo regalar amplias sonrisas. Verdad suficiente para apelar a la humildad, agachar la cabeza y reconocer que mi teoría de la Chica Almodóvar, deseosa de vivir sola, libre y desatada, no es más que una medida defensiva para no abrirme al amor. Así que si sacamos las cuentas, resulta que llevo seis años acumulando una enorme deuda de amor con la Vida, que no puedo seguir engrosando.

2 comentarios:

  1. Pues parece que el concierto fue una buena forma de cambiar de ángulo, de perspectiva.

    Y qué bueno, porque ahora con todo y ocupaciones, andas escribiendo.

    Del libro mmm yo no leo, a duras penas si conozco algunas letras (jeje) y la verdad es que mi época de hacerle caso a los libros ya pasó ;) Sólo diría "lee lo que quieras, pero no tomes todo tan literal". Nadie podrá saber que pasa justo en tí, aunque los problemas de los otros sean parecidos, las situaciones suelen ser diferentes (Y punto, ya escribí mucho :D )

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  2. Me encantó tu reflexión, buena táctica la de revisar las fotos, da una idea de que es lo que nos está desviando del camino... saludos

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Y tu, ¿qué cuentas?