"La vida es demasiado fabulosa, para ser fabulada"
Dominique La Pierre



miércoles, 22 de junio de 2011

Un actor

El día de hoy amanecí con un dolor hondísimo clavado en las entrañas; el aire se me fue en varias ocasiones y tuve que esconderme para recuperar el aliento a base de llanto, rogando a Dios no ser sorprendida por ningún extraño. Los dos ventrílocuos de mi corazón se han tenido que quedar lejos de mí por un tiempo,  mientras tanto, mi cuerpo funciona con una bombilla de ideas poderosas, que inyectan fuerza a mi cuerpo y mi mente para seguir la marcha... Almaceno ideas a cada instante, para que no falten bombazos de sangre a mi vida y mantengo la imagen de mi "Corazón" lo más delante de mis ojos posible, para recordarme que sólo es por un tiempo esta vida mía, conectada a un respirador hecho de pensamientos... Logro andar bien hasta eso, pero de rato en rato pasa lo de hoy, un corto circuito en mi respirador artificial me convierte en víctima de la tristeza, el llanto y la sensación de soledad. Pero los enfermeros siempre aparecen oportunos para arreglar los cables y regresarme a la normalidad... bueno a la normalidad de la anómala circunstancia actual, pero normalidad al fin.
El día de hoy el enfermero apareció en forma de actor que leía cuentos... Mi admiración por la gente que hace arte, ha sido una constante desde niña. Heredada de padre y madre, mi simpatía por aquellos que son capaces de plasmar su ser en una obra artística, me ha llevado a recorrer poblados, sierras, museos, teatros, auditorios y ferias con una ilusión casi febril. Es como si fuera a la caza de las ráfagas de vida, que emanan de lo que estos personajes crean. Una cacería que mantendré hasta el fin de mis días, pues he de reconocer que nunca he regresado a casa con el arca vacía. Esta noche no fue la excepción, el actor en cuestión infundió calor a una sala fría; inundó con la música profunda de su voz, el espacio vacío; nos trasportó con ritmo y pausa a mundos desconocidos; nos sedujo entre risas y a algunos, como a mí, nos curó el alma herida.
Dice Dyer que la mejor forma de realizarte en la vida, es dejarte llevar por la bendición de tu espíritu y no interferir... los actores logran eso en cada interpretación: Someten su ego y prestan su cuerpo y su alma para que una historia suceda a través de ellos y es por eso que a mi gusto, son de entre los artistas, los más generosos y ricos.
Odiseo prometió un viaje con solo su nombre y sin lugar a dudas fue placentero y terapéutico, así que si les toca encontrarlo en la ruta de "Leo, luego existo", no lo piensen dos veces, vayan a verlo... además, es gratis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tu, ¿qué cuentas?