"La vida es demasiado fabulosa, para ser fabulada"
Dominique La Pierre



jueves, 3 de junio de 2010

EL HOMBRE DE MIS SUEÑOS

Muchas mujeres lamentan, no conocer jamás al hombre de sus sueños... Incluso las que han conquistado grandes compañeros de vida, dejan escapar de vez en vez el lamento conocido...."No es como yo lo soñaba"
Para mi buena suerte, yo no soy una de ellas. Yo sí conocí al hombre de mis sueños.... sólo que lo perdí por culpa del Vel Rosita.
He de haber tenido unos nueve años, cuando una tarde mi madre me llevó a visitar a una nueva amiga. La nueva complice de mi madre, poseía una casa maravillosa, diseñada, según los chismes del pueblo, por su propio dueño: "En esa casa, no hay ninguna habitación puerta con puerta.... Y la recámara principal está completamente independiente de las demás, en un primer piso.... Ese hombre sí sabe planear las cosas" Eso era lo que la mami me contaba mientras nos dirigíamos a conocer a los nuevos amigos y su fantástica casa.....
Yo nunca entendí la genialidad de la recámara principal independiente, hasta que nació mi primer hija. "Mira tú Don M. es un genio, no cabe duda".... me dije a mi misma la primera vez que Sofía se despertó por culpa de nuestros "ruidos".
La casa resultó ser todo lo que prometía y más... Su dueña, una guapa mujer de mirada coqueta, era canela pura. Su conversación era vivaz y sus comentarios agudos; además cocinaba delicioso. A mí me cayó bien porque le gustaba el cafe frío, igual que a mí...
Las hijas mayores me parecían un eclipse: Una era clara y la otra morena; una era pura risa y la otra un misterio; la primera amante de la naturaleza, la segunda una gran negociante....Disfrutaba mucho estar con ellas, me sentía grande....muy sofisticada.
Había un jardín que rodeaba la casa, al que podíamos llegar con abrir una ventana y saltarla.... Por una de esas ventanas, huyo un guapo Spiderman de nueve años y yo, intrigada, me fuí detrás de él para ver si lograba quitarle la máscara.
Me costó trabajo, era y sigue siendo, un hueso duro de roer.... pero después de mi vigésima payasada, le saqué una sonrisa y a la vigesimo quinta, por fin logré que me viera a la cara.
Y ahí estaba, tal como lo había soñado, mi hombre esperado. Lo tenía todo, la sonrisa perfecta, la piel perfecta, el brillo en los ojos, la inteligegencia en la mirada, la palabra prudente y.... un cómic de Spiderman en la mano.  Mi sueño hecho niño, ni más, ni menos...
Los años pasaron y mi niño soñado se hizo un hombre... ¡Mi hombre soñado!, con todos sus atributos pero tamaño adulto y con hermosas nalgas para que no me pudiera quejar de nada.
No recuerdo en qué momento, la familia dejó el pueblo y regresó a vivir al DF, de lo que sí me acuerdo es de la sensación de vacío que sentí cuando la mami me contó que se marchaban.... Se me sumió la panza muy ondo y mis ojos se llenaron de pánico. Dorita se dió cuenta, y en su muy particular estilo me azotó con sus palabras: "No estarás enamorada de Spiderman, verdad?.... No sabes ni limpiarte los mocos y ya vas a andar pensando en chiquillos.... Ni lo sueñes, tu a estudiar y a salir adelante. Que pensando en muchachos no llegas a nada"
Así que decidí fingir demensia  y mentir descaradamente: "Estás loca mamá... Yo enamorada de Spiderman?... Si odio los bichos!"...  Me refugié en mi cuarto y para desahogarme escribí una carta a.... Spiderman, claro!
Carta viene y carta va, siguieron pasando los años, hasta que un día alguién tocó a la puerta cuando ya había oscurecido, extrañados, los tres fuimos a abrir: Papá, la mami y yo.... Era Don M. el hombre inteligentísimo que diseñaba casas perfectas. Traía algo así como un folder en la mano, una sonrisa pícara y una queja finjida: "Mire Señor Amparán, en lo que me traen, ahora la hago de mensajero". Yo, que por lo general era muy educada, ese día ni lo saludé, le arrebaté el folder de las manos, mal grité un gracias, y me fui a mi cuarto a abrirlo.
 Era un Folder de Garfield, de los plastificados para Trapper Keeper... color verde claro con un gato barrigón semidespierto en el centro. Adentro, una carta y un casette.... El fátidico cassette que me marcó la vida.
Así es hijos del Ipod, hace veinte años, los enamorados nos regalabamos cassettes grabados con las canciones que encriptaban nuestros mensajes.... El que me llegó a mí aquella tarde-noche, traía rolas de Miguel Bosé de su albúm XX y una rolita de Hernaldo Zuñiga titulada "Que increíble es la distancia":



Que increíble es la distancia,
que al amor mata o lo idealiza
ya no hay planes, sólo nostalgia
mientras te digo, tranquila
que el tiempo vuela...
(...)
Esa goma que tiene el sobre
me sabe a cielo si a tí te escribo
mi carta lleva melancolía
mientras la lees tranquila
que el tiempo vuela...
(...)



Si ya me traía de un ala, la mentada cancioncita me dejó en la pendeja absoluta...Mi hombre perfecto, además era detallista y romántico....
El único problema seguía siendo la mami.... reconocer ante ella que dentro de mi dulce pechito, el Paricutín estallaba cada vez que Spiderman me cruzaba por la mente, era demasiado complicado.
Sin embargo, dentro de mí tenía la certeza absoluta de estar frente al indicado. La idea de mami de estudiar primero y luego noviar, tampoco estaba tan descabellada. Decidí entonces mantener la relación, sin meter toda la leña en el asador, para no quemarme. Finalmente yo no quería que Spiderman fuera un amor de verano... quería ser "La Señora de Spiderman". Había, según yo, más tiempo que vida.
No contaba con que unas tiernas monjitas se cruzarían en mi vida, con la oferta de todo o nada, y eso sí iba a chamuscar para siempre mi amor perfecto....
Meterme a describir las causas por las que decidí abandonar a mi hombre perfecto para irme al convento, sería meterme en un berengenal del que no estoy segura de poder salir bien librada, lo único que sé por cierto es que, las mismas monjas me mandaron de regreso a él:
"Tu no sirves  para esto, amante de García Marquez... Anda a casarte con ese chico que sueñas todas las noches. Pero cásate pronto, no te quiero dando tumbos por el mundo"
La santa madre que me daba guía espiritual, creía que aún podría ser un poco sensata.... pero no, la obediencia no era lo mío.
Salí del convento con la firme resolución de encontrar a Spiderman y casarme con él. Apenas pasó el duelo de mi padre, le llamé por teléfono y le escribí una carta rogándole a todos los Santos que por favor me contestara y fuera a verme.
Como la casa perfecta seguía en el pueblo, ellos seguían yendo a menudo... mi deseo no era tan descabellado.
Aún recuerdo cuando la mami me dijo que estaba en la sala... me sudaban las manos y le dí mil vueltas al baño antes de decidirme a salir.... creí que me desmayaba pero lo logré. Ahora que recuerdo lo gorda que estaba, no sé como me atreví a pararme enfrente de él, era una gorda féliz sin lugar a duda. 
Spiderman estaba más guapo que nunca, me saludó sonriente, pero sereno... a él ya no le daba ningún nervio estar frente a la Chiu Ballena, después de tanto tiempo de ausencia. Ocho años en la vida de un adolescente, es casi la vida entera. Nos pasamos un buen rato y después se fué. Esta vez ya no siguió el pin-pon de cartas que antes acostumbrabamos jugar. Cada quien siguió su vida.
Algunos meses después mi madre murió. Las últimas semanas las pasó en terapia intensiva, y muy pocas veces me dejaban pasar a verla. Una de esas veces, yo me sentía un poco quebrada y le pedí a un amigo que pasara conmigo.
La mami me miró con una chispa de alegría, y le dijo al chico que me acompañaba: "Qué bueno que viniste para cuidarla". Mi mamá no conocía al chico que estaba conmigo esa tarde.... la verdad es que tampoco él y yo nos conocíamos demasiado. Fue meramente circunstancial que estuviera aquél momento a mi lado. Lo que mamá dijo no lo fue tanto. Cuando mi extraño acompañante, le contestó cortesmente que no se preocupara, la mami sonrió con alivio.
Con el eco de esas palabras comencé de nuevo.... pasado el luto reglamentario, empaqué mi maleta y me lance al DF. Conseguí casa y marqué de nuevo a la residencia de Villa Coapa en la que vivía mi superhéroe...
 A pesar de que el recibimiento ya no fué tan entusiasta, la costumbre de una amistad de tantos años, obligó a mi Spiderman a atenderme una vez más. Esta vez fue en Coyoacán.
Yo para este entonces ya había perdido algunos kilos y algunos centímetros del largo de mi falda... Una vez frente a frente, renació un cierto entusiasmo, y con él un tono casi violento de recurrente reproche.
Alcancé a percibir tras cada comentario aracnido-irónico, una enorme necesidad de mentarme la madre. Así que apenas tuve oportunidad, abrí fuego y le entré a la guerra. Tras el primer disparo, se desató un bombardeo ensordecedor de reproches, reclamos y culpas. Jamás imaginé cuán ondo había calado mi súbita desaparición en el ánimo de mi superhéroe, hasta recibir la granizada de su enojo, directo en la cabeza.
Nunca creí verlo tan enojado..... conmigo. La marejada de reclamos no paraba, y yo empezaba a naufragar en un mar de explicaciones inútiles y absolutamente ineficientes... No me quedaba más que tirar a matar, así que me lancé de nuevo y le dije: "Al parecer nunca voy a convencerte de mis razones, pero no voy a dejarte ir sin sacarme una duda de la cabeza".
Spiderman se quedó levemente desconcertado y me preguntó: "¿Cuál?"
A lo que yo respondí prendiéndome de su boca en un beso multisabor... un beso que fue dulce, amargo, salado y picante a la vez. Un beso que yo había soñado ya más de mil veces pero superaba la imaginación por mucho.
Todo parecía indicar que estaba de nuevo en la jugada, y ahora sí no habría fuerza correligionaria que me sacara de ahí.
Entonces sucedió la desgracia definitiva, con los nervios y la exitación, derramé un poco de vino en mi falda. Caballerosamente me ayudó a secarme un poco y medio tartamudeando le dije:
- "Ahora llego a casa y lo limpio con Vel Rosita"
- "Con Vel Rosita no- me respondió- porque decolora la ropa"
Puse los ojos como platos, llegué a casa, me acosté en mi cama y no pude dormir en toda la noche. A la mañana siguiente, lo decidí. "No puedo ser la mujer de Spiderman. Siempre he lavado con Vel Rosita y si le decoloro una camisa y se enoja de nuevo conmigo, yo me muero".

Entonces, desaparecí de nuevo.

3 comentarios:

  1. Mañana voy a ver a Don "M". La casa perfecta sigue ahi, Spiderman acaba de cumplir 36 hace un mes y debo decir que CHIU fingió bastante bien durante muchos años. Una verdadera lástima.

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  2. Me encantó!! ¿te mato o te agarro a besos??

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